segunda-feira, 30 de agosto de 2010

León Trotsky: La imaginación (revolucionaria) al poder


Lo que es vigente… es vigente.
Fernando Buen Abad Domínguez 

"De todos los grandes pensadores marxistas, Trotsky fue el que mostró un interés más vivo por el arte, incluido el arte moderno. Sus obras sobre el tema incluyen Cultura y socialismo, Arte y revolución, y sobre todo su libro Literatura y Revolución. Todas estas obras fueron escritas después de la revolución, aunque sus escritos sobre arte y literatura se remontan a mucho antes…" 
Alan Woods Imaginación (revolucionaria) al poder, poder a la imaginación (revolucionaria)

Mientras el Capitalismo ve perecer muchas de sus grandes verdades de clase, (es decir algunos de sus "logros", mayores y no pocos de sus "símbolos" más preciados); ascienden triunfantes los "signos" nuevos de la lucha proletaria que gana batallas y espacios concretos en la realidad y en los imaginarios mundiales. Pero no se trata de triunfos fáciles, la refriega es fenomenal. También la burguesía invierte millonadas en imaginación alienante.

Pese a eso, no es milagro ni casualidad la bancarrota galopante de la "confianza" en el capitalismo y en sus emblemas bancarios, "institucionales", "morales" o publicitarios más logrados. No es "arte de magia" el logro proletario que ha desnudado al capitalismo hasta dejar a la vista las entrañas de la bestia destructora más perniciosa en la historia del planeta, bestia criminal productora de miseria y barbarie. Y la imaginación revolucionaria ha tenido un papel sobresaliente en la lucha simbólica. Trostky es un puntal en esa batalla.
"Cuando se habla de arte revolucionario, se piensa en dos tipos de fenómenos artísticos: obras cuyos temas reflejan la revolución y obras que sin estar vinculadas a la revolución por el tema, están profundamente imbuidas, coloreadas por la nueva conciencia que surge de la revolución". León Trotsky

Independencia del arte no significa indiferencia frente a la barbarie capitalista.

Trotsky vio que en estas horas de lucha, también ideológica y de transición simbólica revolucionaria, es imprescindible toda contribución a la producción creativa en el plano artístico y científico. Y una característica esencial de tal contribución debe ser la "libertad", la "independencia relativa" con que los creadores viven, desde su ser individual y colectivo, el proceso revolucionario mundial. No someter la producción creadora a ninguna regla alienante. Independencia relativa para elegir temas y formas sin restricción a la imaginación ni imposición de consignas sectarias, burocráticas o mercantiles.

Pero no usar tal "independencia relativa" como escudo para aislarse de las necesidades concretas en las luchas concretas. Independencia no implica indiferencia. Pero el camino recién comienza en muchas áreas y las urgencias en materia de producción creadora son inmensas.

"Aún no existe arte revolucionario. Existen elementos de ese arte, signos, tentativas. Ante todo, está el hombre revolucionario a punto de formar la nueva generación a su imagen, el hombre revolucionario que siente cada vez más necesidad de ese arte. ¿Cuánto tiempo se necesitará para que ese arte se manifieste de forma decisiva? Es difícil incluso adivinarlo; se trata de un proceso imponderable y nos vemos obligados a limitar nuestras suposiciones incluso cuando se trata de determinar los lazos de los procesos sociales materiales. Pero ¿por qué no habría de surgir pronto la primera gran ola de este arte, el arte de la joven generación nacida en la revolución y a la que la revolución impulsa?" León Trotsky

No hemos visto, aun, las mejores expresiones revolucionarias.

Esta revolución mundial que se incuba a estas horas en las luchas proletarias, minuto a minuto, madura ideas y formas nunca vistas, expresiones inéditas, lenguajes nuevos. Acaso muchos seamos todavía insensibles o analfabetos ante semejantes lenguajes emergentes. Las fotos, películas, cuadros, noticieros… que muestran de las masas aporreadas por militares o policías, no son una "obra de arte" burgués que significa derrota del pueblo, significa que, no pocas veces, la burguesía armada con tecnología manipula las imágenes para hacerse pasar por "triunfadora" cuando en realidad todo acto de represión evidencia que el capitalismo entra en pánico y recurre a sus demonios nazi-fascistas.

El arte burgués ha entrado en una fase destructora y se somete los designios de los peores valores estéticos de clase cuyo fin radica en amedrentar, aterrorizar, debilitar y fragmentar a los pueblos. El arte burgués ha entrado en una fase de destrucción, material y semiótica, victimado por el individualismo mercenario donde sólo tiene "valor" el "valor de mercado" que necesita esconder muertos y capitales acumulados delictivamente, como casi todo en el capitalismo. Arte para lavar dólares y para lavar muertos, por ejemplo.

La producción simbólica burguesa y sus formas de expresión y "arte" domesticadas con limosnas mass media, han entrado en una fase de destrucción donde sólo vale el imaginario solipsista de los nihilismos más atomizantes. Sólo vale el reino de la "subjetividad" que niega lo colectivo para deificar la abstracción decorativista al alcance del burgués "culto". Se trata de una producción simbólica que narra la agonía del capitalismo y se adelanta a elaborar su duelo para venderlo a precio de "oro" en los torneos nostálgicos de las funerarias ideológicas burguesas.

Trotsky lo vio bien claro y llamó a una organización internacional de artistas revolucionarios.(FIARI) Llamó a un frente mundial de creadores capaces de hacer ver el brillo mismo de la belleza convulsiva gracias a una sensibilidad preñada con futuro y en espera certera de la mejor de la especie humana reflejada en su mejor arte y su mejor cultura. Eso es su mérito.

"Todas las emociones que nosotros, revolucionarios de hoy, dudamos en llamar por sus nombres -hasta tal punto han sido vulgarizadas y envilecidas-, la amistad desinteresada, el amor al prójimo, la simpatía, resonarán en acordes potentes en la poesía socialista ". León Trotsky

Está en pie la convocatoria.

Bajo el capitalismo es imposible acabar seriamente con los problemas del arte, de la creatividad ni de la humanidad en general. Tomemos el derecho, y la obligación acaso, de llevar adelante, tanto en literatura como en arte, en ciencia, en educación, en agricultura y en carpintería... la investigación de nuevos medios de expresión, como derecho de la humanidad de continuar profundizando el problema humano de la libertad y renunciar a juzgar la calidad de una obra por la actual vastedad de su público.

Opongámonos a cualquier tentativa de limitación del campo de observación y de acción que la humanidad aspire a crear intelectualmente para atender sus necesidades cambiantes. Logremos un acuerdo sobre las condiciones que, desde un punto de vista revolucionario poético faculte al arte, a la ciencia... a la poesía toda, a participar en la lucha emancipadora, permaneciendo enteramente libres, en su dominio específico. Sin que libertad implique indiferencia, sin que libertad suponga falta de solidaridad con la lucha obrera y campesina.
Acordemos luchar contra quienes consienten que el arte, la ciencia y el pensamiento todo, sean sometidos a disciplinas incompatibles con sus medios, ratifiquemos nuestra voluntad deliberada de atenernos a la fórmula: toda la libertad en arte.

Insistamos: no sabemos cómo debe ser el futuro, menos en materia de cómo debe ser el "arte" o la expresión en el futuro no lejano, al menos sepamos cómo no deben ser.

"Igual de difícil es predecir cuáles serán los límites del dominio de sí susceptible de ser alcanzado, como de prever hasta dónde podrá desarrollarse la maestría técnica del hombre sobre la naturaleza. El espíritu de construcción social y la autoeducación psicológica se convertirán en aspectos gemelos de un solo proceso. Todas las artes -la literatura, el teatro, la pintura, la escultura, la música y la arquitectura- darán a este proceso una forma sublime. 0 más exactamente, la forma que revestirá el proceso de edificación cultural y de autoeducación del hombre comunista desarrollará hasta el grado más alto los elementos vivos del arte contemporáneo. El hombre se hará incomparablemente más fuerte, más sabio y más sutil. Su cuerpo será más armonioso, sus movimientos más rítmicos, su voz más melodioso. Las formas de su existencia adquirirán una cualidad dinámicamente dramática. El hombre medio alcanzará la talla de un Aristóteles, de un Goethe, de un Marx. Y por encima de estas alturas, nuevas cimas se elevarán". León Trotsky

Es vital unirnos en una Corriente Mundial de la Comunicación revolucionaria para ganar, no para que nos ganen. Corriente para hacer la revolución obrera y campesina, no para ilustrarla ni usufructuarla. Corriente para la unidad no para la uniformidad, porque es posible, para lo inmediato y lo mediato. Para lo de hoy y lo de siempre. Por lo legal y por lo legítimo. Por la esperanza y por la panza. Por la dignidad y por la espontaneidad. Por el humor y por el amor. Por el salario y por el ideario.

Trotsky intervino en la convocatoria de la FIARI porque la emancipación de la humanidad sólo se puede conseguir por medios revolucionarios y el arte bien puede ser uno de esos medios. Esa convocatoria no la borró el piolet.


domingo, 29 de agosto de 2010

The Killers - Spaceman

Culpa


Enquanto ele mirava o chão, ela falava em um tom de voz um pouco alto. Não gritava, mas era alto. Ele não gostava de ouvir. Os sermões nunca lhe fizeram bem e nem lhe ajudavam. Adriana falava fazendo questão de revisar todos os seus erros. Com a cabeça baixa ele seguia os objetos da sala com seus olhos. Era como se ele quisesse ser um desses objetos. Fugir, sumir, se esconder. 

Olhá-la nos olhos o fazia muito mal... Ela falou muito. Ele gravou tudo, mas principalmente as partes como: “Você não pensou nisso?”, ou, “Como pode fazer isso?” e “Onde você aprendeu isso?”. No entanto, o que mais lhe pesava, era que a cada início de frase, ela repetir seu nome.

- Antônio...

Como falta empatia nas pessoas, ele não conseguia entender. Depois de três anos fazendo um bom trabalhando. O mesmo trabalho! Com alguns erros, mas muito mais acertos! Elevando o nome da empresa, sendo um funcionário exemplar, nunca perdendo tempo ou fugindo da responsabilidade. Dão-lhe uma bronca como se tivesse falido a empresa! Isso era como jogar uma montanha sobre sua cabeça. 

- Você precisa melhorar, é um bom funcionário, mas ultimamente está mal. Estávamos pensando em uma promoção para você, mas desse jeito. Não há como...

“Como podem me julgar assim”, pensava ele. Seus olhos miravam seus pés. Ele realmente queria morrer. Não entendia como podia julgar ele por apenas um erro! Esquecia-se de todos seus anos de trabalho. Suspirava. Tentava se conformar. Mas concluía, em seus pensamentos: “Na vida, não há muito espaço para erros, equívocos ou acidentes. Toda a infração é sempre punida”. 

- Bom, tenho que ir. - Diz ela olhando o relógio. 

Ela se despede e sai. Ele não diz nada. Ao sentar-se, sente as marteladas do sermão na sua cabeça.

- Você é um bom funcionário... As frases latejam. 

Sentasse na cadeira. Olha os papéis na sua mesa. Seus olhos passam duas vezes por cima dos mesmos. Não sabe o que fazer. Pega o primeiro documento e começa a trabalhar. Tenta não pensar em nada. Somente no trabalho. As horas passam, e quando olha o relógio, está na hora de ir embora.

As luzes estão todas apagadas. Ele sempre é o ultimo a sair. Caminha até o elevador e aperta o botão. O silêncio lhe fazia bem. Era como a calmaria depois da tempestade. Ou o silêncio depois da guerra. Podemos estar mortos ou feridos, mas temos pelo menos, um momento de paz. 

Ao descer do elevador, um amigo lhe esperava para convidá-lo a sair. Realmente, beber lhe faria bem, pensa Antônio, mas não. Achou melhor ir para casa. 

No caminho, tentava pensar em algo sem importância, na viajem que planejava, no livro que estava lendo, no curso que pensava em fazer. Coisas que lhe faziam bem. Mas a todo o momento as sombras dos seus erros cobriam seus pensamentos. Ele lembrava o que tinha feito. Imaginava como poderia ter impedido. Mas agora, já era tarde...

Havia chegado a sua casa. Morava sozinho fazia anos. Acostumou-se. Não tinha animais. Sua irmã morava longe, seus melhores amigos também. Foi difícil no começo, mas depois foi só ocupar seu tempo. Livros, esporte, estudo, o ajudavam a esquecer a solidão. Como não podia evitá-la, ele a esquecia. Lembrava-se dela, em noites como essa. 

Olha o prato de comida em sua mesa. Está sem fome, mas sente um profundo vazio dentro de si. Arruma as coisas e vai dormir. 

É segunda pela manhã, sua cabeça doía. Precisa estar pronto para o trabalho em uma hora. Levanta e vai até o banheiro. Começa a escovar os dentes. O telefone toca. 

- Alô - diz com a escova na boca. 

- Antônio nosso tio Carlos faleceu... 

Ele para de escovar os dentes e fica em silêncio. Pensa no problema que seria ir até sua casa. Sua irmã ao telefone lhe explicava suspirando como estavam todos e como seu tio havia morrido. Percebendo o silêncio do seu irmão, que não dizia nada enquanto ela falava, ela pergunta: 

- Você está bem? Diz como se fosse começar a chorar.

- Quando foi Sofia? Ele cospe na pia e pergunta, parecendo recuperar a consciência. 

- Ontem. Ele estava muito mal. Você vem para casa? Diz em tom de esperança.

- Sim, vou ver isso no trabalho... Agora ele tinha um problema maior que seu erro no trabalho. Ele precisava voltar para casa.

Ele desliga o telefone. Lava a cara e guarda a escova. Vai até seu quarto. Sentasse na cama e pensa no que fazer. Não encontra uma solução. Põe a mala em cima da cama. Vai jogando algumas coisas em cima da cama. Para um momento. “Trabalhar não seria uma má idéia”. Realmente não queria ir para casa. Esses momentos eram difíceis! Mas não havia o que fazer. Caso não fosse ao enterro iria ter que agüentar os olhares e as perguntas de sua família e amigos. Mas principalmente teria que agüentar sua irmã chorando mais do que o normal. Havia que enfrentar a situação. Foi ao seu trabalho. Ao chegar à sala de sua chefa, estava conversando com outra pessoa. Ele fica parado na porta esperando que ela o atenda. 

Adriana age como se não houvesse ninguém na porta. Gesticula, mostra uns papéis e agarra uma pasta. Diz para pessoa com quem fala que vai sair.

- O que você quer? Pergunta para ao Antonio ao vê-lo na porta quando saía. 

- Meu tio faleceu, ele era um parente muito próximo, depois que minha mãe morreu.

Ele tinha todo um discurso preparado, pois tinha impressão que sua chefa não ia deixá-lo ir. Mas o que mais o surpreendeu foi a compaixão dela.

- Que tragédia Antonio! Dizia ela ao abraçá-lo.

Ela parecia outra pessoa. Seus olhos se enchiam de lágrimas, enquanto contava que também havia perdido um parente há pouco tempo. Para ele essa situação estava realmente constrangedora. Ela diz que ele pode tirar os dias que forem necessários. E vai mandar flores. Ele agradece e sai. 

Ao chegar a sua casa, sua irmã o recebe. Ela está com a cara inchada e os olhos cheios de lágrimas.

- Antônio, como é bom que você tenha vindo! Ela o abraça forte, leva-o até a sala, continua: Depois de você, ele era a pessoa mais próxima de mim.

Ele não sabia o que dizer. Apesar de ser sua irmã, Antônio nunca teve muita afinidade com ela. Ela o abraçava e não parava de chorar. Eles estavam no sofá da sua casa. Havia alguns amigos e uns parentes. As pessoas olhavam para os dois com um olhar de pena. Ele se sentia sem ação. E começa a pensar o porquê não queria ter vindo.

Não havia muito que fazer com a morte. Era preciso aceitá-la. Sua irmã não entendia isso muito bem, assim como não entendeu quando ele decidiu ir embora. Ela chorou da mesma forma. Ele nunca foi muito ligado a ela ou a sua família. Seu tio, que havia morrido, sempre o condenou por isso. 

- Você precisa cuidar da sua irmã. Ela é mais nova, você precisa ser mais responsável por sua família. Dizia seu tio, com um tom de voz de pena...

A conversa durou uma hora no dia antes de ele ir. Mais Antônio estava decidido. Iria para outra cidade. Ele queria ficar sozinho, queria ter uma vida em outro lugar. E isso ninguém nunca entendeu. 

Ele se sentia sozinho às vezes, mas isso não era culpa dele. Ele nunca conseguiu se adaptar as pessoas, a sociedade. O mundo a sua volta era muito complicado. As pessoas lhe culpavam por não chorar, por não sentir pena, por não acreditar em deus. Por não querer ser igual. 

Como podiam querer que ele vivesse assim? Seus olhares repressores, sempre ficaram gravados em sua memória. Por isso evitava olhar nos olhos. Estava cansado dos olhos repressores de seu tio e sua irmã. Por isso foi embora. Estava cansado, não só da falta de empatia, mas também da falta de sinceridade. Por isso não se misturava. 

Seu tio havia sido enterrado. Sua irmã chorou como se fosse o fim. Algumas vezes ele chegava a pensar que as pessoas têm necessidade de se sentir miseráveis, sozinhas e tristes. Sua irmã parecia assim, “Você não tem pena de mim?”, dizia ela, quando ele disse que não voltaria para casa. Ele realmente não tinha pena, não dela...

Sentando diante de um copo de uísque, pensava na sua semana. A briga com sua chefa, a morte de seu tio, sua irmã e sua solidão. Todos só haviam lhe feito mal. Haviam lhe ajudado a sentir o quando errado estava em não ser como os outros. Todos queriam convencê-lo do quão importante era a compaixão e a culpa. Queriam que ele se compadecesse dos outros. 

Ele toma um gole. Sorri. Mira bem profundamente seus olhos no reflexo do copo. Se existe alguém por quem ele sente compaixão ou culpa esse alguém era ele mesmo. 

OBS: Esse é meu primeiro conto. Ele é uma homenagem ao escritor e filósofo Albert Camus.

João Diego.
29 de agosto de 2010
Buenos Aries

sexta-feira, 27 de agosto de 2010

Interpol - Barricade

quarta-feira, 25 de agosto de 2010

sexta-feira, 20 de agosto de 2010

quarta-feira, 18 de agosto de 2010

terça-feira, 17 de agosto de 2010

Albert Camus

Segue a baixo, algumas frases e uma poesia. Do escritor e filósofo existencialista Albert Camus.

Frases de Albert Camus

"E no meio de um inverno eu finalmente 
aprendi que havia dentro de mim 
um verão invencível."


"Não se pode criar experiência. É preciso passar por ela." 


"Não ser amado é falta de sorte, mas não amar é a própria infelicidade."


"Não quero ser um gênio... Já tenho problemas suficientes ao tentar ser um homem."



Poesia de Camus

Amar é... 
sorrir por nada e ficar triste sem motivos
é sentir-se só no meio da multidão,
é o ciúme sem sentido,
o desejo de um carinho; 
é abraçar com certeza e beijar com vontade,
é passear com a felicidade, 
é ser feliz de verdade!


Albert Camus

sábado, 14 de agosto de 2010

terça-feira, 10 de agosto de 2010